Aunque las crestas de gallo ya las menciona Da Vinci y escribió en su día como prepararla, su consumo actualmente ha decaído. Hace unos años, en un par de bodegones vitorianos se podía degustar este plato, hoy en día es bastante difícil conseguir crestas frescas y más fácil es conseguirlas en conserva, que ya vienen cocidas y listas para su uso. Son las que yo utilizo en la actualidad.
Medio pochados los anteriores vegetales, añadimos un par de tomates troceados, salpimentamos al gusto y cocemos todo el conjunto hasta que estén bien tiernos y listos para ser pasados por el pasa purés.
De la lata donde vienen las crestas, recogeremos la gelatina que viene en la misma y la añadiremos a las verduras.
Las crestas una vez sacadas de su lata, las extiendo en un plato para quitarles tanto cuanto se pueda la grasa que viene en la lata de conserva.
Una vez los vegetales cocidos, los paso por el pasa purés y reservo.
Las crestas las pongo en un cazo y las salteo a fuego fuerte por un minuto,
Acto seguido, les añado la salsa y cuezo por un par de minutos, hay que tener en cuenta, que las crestas ya vienen listas para su consumo. Comprobar si están bien de sal y picante.
Como las crestas las iba a levar a una sociedad para degustarlas allí, las envasé en un tupper.
La preparación fue muy alabada por los comensales.
5 comentarios:
Nunca las he tomado, pero me tengo que animar, tal y como se explican, tienen que estar deliciosas.
Un abrazo
Por un momento me traslade a mi niñez y he recordado este sabor casi olvidado.
Gracias ,con su ayuda pude recordar aquellos dias.
Un saludo
que ricas mi abuela siempre que mataba un pollo la cresta la guardabaa para mi me la hacia asada, un manjar
¡¡¡besos¡¡
Me ha recordado a mi niñez.Mi madre las preparaba muy ricas, de aquellos pollos de corral que llegaban a casa por Navidad.Gracias a usted he podido revivir aquella época.
Gracias a todas por sus comentarios y sobre todo por tenerlas como lectoras.
Que pasen un buen día a pesar del gobierno.
Saludos
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