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Este plato sería mucho mejor con unos trigueros recolectados en las dehesas cordobesas, pero por estos lares nos tenemos que conformar con unos espárragos verdes, que algunos intentan venderlos o al menos los denominan trigueros, que diferencia tan grande entre unos y otros, por supuesto en favor de los auténticos trigueros.
Después de troceadas las partes tiernas de estos espárragos verdes, los saltearemos ligeramente, no es necesario que queden blandos, a mi personalmente me gustan al dente y que en boca crujan un poco.
Ya los espárragos en el punto que me gustan, los salo al gusto.
Les añado un par de huevo batidos,
y al calor de la lumbre, dejo cuajar el huevo, revolviendo todo el conjunto.
Aspecto final de la preparación. El huevo no queda muy amarillo debido a la clorofila que sueltan los espárragos verdes.
Hace una semana estuve haciendo una destilación alcohólica de una botellas de sidra. El material necesario para este trabajo, solamente de carácter experimental, no es mucho, un alambique compuesto de Capacete o cachopa, Trompa y Serpentín, densímetros para alcoholes, probetas, vasos de precipitados de vidrio y termómetro.
La instalación es como sigue, el alambique se pone sobre el foco de calor, que tiene que ser regulable y que no tenga llama, la trompa se conecta con el serpentín y este se llena con agua continuamente para mantenerla dentro del serpentín entre 20/24º C.. La salida del liquido de condensación, alcohol de alta graduación al principio es recogido en una probeta o vaso de precipitación. Una vez el liquido alcohólico de baja graduación está en el interior del capacete se sella este con engrudo.
Antes de seguir quiero hacer hincapié que esta labor es peligrosa ya que se está trabajando con un producto altamente inflamable, ahora tambien es cierto que los alambiques no son aparatos habituales en las viviendas y el que lo tiene sabrá como utilizarlo con seguridad.
Este fue el material que fue destilado, una sidra que tenia un defecto de Aframbuesado.
Detalle del sello entre la trompa y el capacete.
También se sella la conexión de la trompa con el serpentín.
Detalle del serpentín con el agua corriendo por su interior.
Primeras gotas de alcohol extraídos, se le denomina cabeza y se suele desechar por contener exceso de sustancias volátiles, aromáticas y algo de metílico. La temperatura de destilación suele ser aprox. 80º C. el alcohol hierve a 78º C,. El final de la destilación, denominada cola, tambien se suele desechar por su bajo contenido alcohólico. A la parte central de la destilación que se le denomina "Corazón" es la que se aprovecha.
El control de la densidad es básica, ya que nos ira indicando, como va la destilación y si la temperatura aplicada es la correcta. A mucha temperatura, el agua empezará a vaporizarse y por lo tanto la graduación alcohólica caerá.
Una vez la primera destilación terminada, con una graduación de uno 40º de alcohol.
es sometida, en un alambique más pequeño, a una segunda destilación, donde volvemos a tirar la cabeza y solo aprovechar el corazón. Terminada la destilación de casi 10 litros de sidra,
obtuve 700 cc. cúbicos de alcohol de 62º en volumen. Como veis es una labor bastante sencilla, pero que hay que hacerla con extremado cuidado por la peligrosidad del producto final.
Este es un alambique de origen holandés, tiene, según me dijeron, unos 200 años, aunque con reparaciones posteriores. Nunca lo he utilizado.
Y este otro artilugio de destilación es, para durante la comida, destilarse una copita para el final de la misma.
Esta menestra era muy frecuente en casa hace unos 40 años, pero con eso que los rebozados toman mucha grasa y tratamos de ingerir productos menos grasos, se dejó de hacer. Hasta hoy que mi mujer con nostalgia me dijo, porqué no hacemos una menestra como antaño. Así que manos a la obra.
La menestra iba a constar de unos guisantes, zanahorias, cebollas pequeñas, habas
alcachofas, pencas de acelgas, coliflor
tirabeques y patatas cocidas y unos espárragos que no están en la foto. Todos los vegetales se cuecen por separado para darles el punto adecuado a cada uno.
La salsa que va a integrar y armonizar todos los vegetales es una de un guisado de carne. Para obtener este caldo hacemos un guiso de carne en el que aumentamos la cantidad de líquidos para al final poder quitarle algo de salsa que se utilizará en el oficiamiento de esta menestra.
Previamente salteamos unos tacos de jamón y reservamos.
Las alcachofas, cortadas en cuartos, las pencas, los tirabeques y la coliflor
las rebozaremos en harina y huevo y lo freiremos. Al sacarlas de la sartén las ponemos sobre papel absorbente para reducir el aceite que han tomado durante la fritura.
En una cazuela ponemos: los guisante, habas, zanahoria y patatas
encima pondremos las verduras rebozadas, tirabeques,
coliflor, alcachofas,
pencas de acelga,
espárragos y unas cebollas pequeñas. Como he dicho al principio todo estaba previamente cocido.
Añadimos el caldo y añadimos la salsa. Si hiciera falta se le puede añadir un poco de agua. Se rectifica de sal y se cuece todo el conjunto por unos minutos para conjuntar los sabores y para que la salsa se engorde un poco debido a la harina de los vegetales rebozados. Servir caliente.
Que alegría se le puede dar a la "Contraria", es decir a la pareja, si cuando se despierta a la mañana o después de una buena siesta, se encuentra en la mesa una jícara de buen chocolate (para reponer fuerzas), poco hervido y bien batido, unos churritos y una vaso de agua fría con un bolado que se vaya disolviendo poco a poco.
Esta ensalada se va a componer de unas verduras y unos macarrones cocidos. Las verduras van a ser: Una remolacha roja, tomate, cebolleta, rábanos rojos, tirabeques, pepino, unos brotes de cebolla, hojas de espinaca y de lechuga . Picamos todas las verduras
y las ponemos en un bol.
Preparamos un aliño de 3 partes de aceite de oliva virgen extra, 1 parte de vinagre de manzana y una parte de puré de tomate. Sal y pimienta al gusto.
Una vez las verduras aliñadas, sacamos la ración de las mismas a cada plato, añadimos los macarrones cocidos y ponemos por encima unos brotes de cebolla. Con el aliño salseamos un poco los macarrones.