Esta preparacion se puede oficiar de un día para otro, ya que no desmerece nada, solo hay que tener la precaución de re-calentarlo a unos 60º C sin que hierva, ya que el bacalao si lo pasamos de temperatura se pone algo "estropajoso".
Comenzamos poniendo unos pimientos choriceros a hidratar en agua templada.
Una vez bien hidratados, con el contra filo de un cuchillo o el mango de una cuchara, separamos la pulpa de la piel y reservamos.
En un puchero ponemos a pochar dos o tres de cebolletas hermosas con un diente de ajo.
Una vez pochada la cebolla añadimos la pulpa de los pimientos choriceros.
Cocemos a fuego muy suave todo el conjunto por lo menos durante una hora, una vez terminada la cocción,
Pasamos todo por el pasa purés y luego por el fino. Reservamos esta salsa semi-vizcaína.
Para esta preparación utilizaremos unos lomos de bacalao troceados y sin piel. Si compran el bacalao sin desalar hay que desalarlo por lo menos durante 36 horas con tres cambios de agua.
Los colas de langostinos que vamos a utilizar las salteamos a fuego fuerte,
Justo cuando cambian de color, doy por terminado el salteado, +/- un minuto.
A la salsa que tenemos en reserva añadimos el bacalao y calentamos todo el conjunto a 60º C hasta que el corazón del bacalao alcance esta temperatura,
añadimos las colas de langostino y después de dar unos vaivenes a la cazuela
todo se habrá integrado con la salsa y tendremos el plato para ser servido.
Nota:
A la salsa se le puede poner unos chiles si gusta que pique, a mi me gusta con un punto ardiente.
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