1853º Menú, Aperitivo, Endivias con ensaladilla, huevo carlista, magret y
dulcería de Artepan.
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El aperitivo está compuesto de unas cucharillas de ensaladilla, ventresca
de en aceite, gildas, patatas chips, aceitunas, pate, txistorra frita,
gambas en ...
Hace 8 años
9 comentarios:
Apicius he disfrutado como una enana leyendo este cuento, me ha parecido maravilloso, genial, ingenioso.
No he sabido cómo escribir un comentario al autor para felicitarle por el premio. Aquí le dejo mi más sincera enhorabuena y a usted, gracias por hacernos llegar a tan brillante escrito.
Un abrazo.
¡Gracias!
Gracias a ambas por la visita.
Viena yo le dejé el comentario en la entrada que publicó en FB, también es donde me dieron permiso para publicar esta entrada y otras.
Francamente el cuento una delicia, en el que ha combinado los datos históricos con los imaginados.
¿Ni se me ocurre pensar que un galopín osara ni siquiera mirarle a la cara al Gran maestro?.
Pero que bien llevado todo el relato.
Saludos
Bueno Apicius, tampoco yo llamaría galopín a Ho chi Minh jeje y si alguien le pudo plantar cara, no hubiera sido otro sino el poeta vietnamita. Ahí la historia, mejor dicho, el cuento, me parece sumamente ingenioso, contraponiendo dos fuerzas bien representadas: Francia por la parte altiva y la creatividad con o sin reconocimiento de un revolucionario, por otra.
Yo he disfrutado mucho con el cuento, creo que usted también.
Un abrazo.
Hola Viena:
La verdad que cuando escribí lo de "Galopín" no estaba pensando en la fuerte personalidad de Ho Chi Minh, sino en como estaban y siguen estando estructuradas las cocinas y más la de los grandes maestros.
Creo que conocerá este sucedido:
Careme, el cocinero de Talleyrans, el sabio entre los sabios en la cocina del congreso de Viena, 1814-1815, tenía un gran gorro de raso con pequeñas flores de oro, y no se lo quitaba ante nadie en sus dominios, ni ante Alejandro de Rusia, sobre quien ejerció derecho de preferencia.
El zar preguntó ¿Quién es ese insolente? La cocina le respondió Talleyrans. Si, era toda la cocina, dentro de aquella cabeza privilegiada que fue la del gran Careme.
Como puede ver los grandes cocineros eran verdaderos emperadores en sus dominios, así que para estos maestros los "galopines" ni existían.
Claro que un cuento, cuento es.
Por las fechas del cuento Ho Chi Minh tenia 3 años y a Francia no llegó hasta los 22, edad en la que ya estaba totalmente volcado en la política.
Por supuesto que he disfrutado con esta narración, que la veo muy bien llevada y como a enlazado a un líder social con un líder coquinario.
Apicius, la charla con usted es siempre interesante y no dan ganas de dejarla nunca.
Hay detrás de los grandes cocineros, historias fascinantes, es cierto, sobre todo de aquellos cocineros de la época en que los grandes asuntos de estado se trataban en los banquetes y la corona, medía su poder en base a lo fastuoso de sus celebraciones.
De Carème a mi me impresionó cómo pasó de la calle, en donde al parecer fue abandonado por su familia, a abrirse camino en una taberna, luego estudiando, luego impresionando con sus "arquitecturas pasteleras", en fin, cómo llegó desde lo más bajo a lo más alto. Ahí la vida parece haber compensado sus sufridos inicios, dándole una trayectoria que le llevó al punto de no inclinarlo ante nadie.
Reitero que es un placer departir con usted.
Estoy de acuerdo Viena, la vida de Careme fue impresionante.
Pero lo más fascinante de su vida que fue abandonado en el sur París a su suerte cuando tenia solo 10 años.
Creo que nuestros niños con esa edad se morirían de pena sobre todo y de hambre.
A usted si que es un placer leerle, con su cuidad prosa y lo bien que expresa sus ideas.
Saludos
quede atrapada leyendo este interesante cuento del maestro Escoffgier, me encanto, gracias por compartirlo.
Gracias Lenaes por la visita y comentario.
Que pase un buen día a pesar del gobierno. Saludos
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