Flan de membrillo

Hace unos días, el 24 del pasado mes pasado, en el blog de Sabores de Viena, su autora a parte de contarnos una bonita historia titulada "Malla negra y su camiseta blanca. Hora de membrillos", publicó una receta de flan a base de membrillo, me gustó la idea e inspirado en esta receta he realizado mis flanes de membrillo con alguna ligera desviación de la receta original.

Como ingrediente principal y ademas el que da nombre a la preparación, el membrillo que ahora está, al menos por esta zona en sazón. 

Comencé pelando los membrillos, tanto las pieles como corazones fueron a parar a la cazuela donde se cocería así mismo la carne del membrillo. Motivo, estas partes son ricas en pectinas y sabores. Las pectinas gelatinizan el agua y el sabor extra que obtenemos nos dará más carácter a nuestro flan.

La carne del membrillo la cortaremos en gajos y la pondremos a cocer con lo anterior, justo cubierto de agua y con una cucharada de azúcar.

Una vez cocido todo, el membrillo lo dejé cocido hasta que un palillo entraba suavemente la pulpa. 
En un vaso de la batidora puse, 250 gramos de membrillo cocido, 200 gramos de azúcar, 1 vaso de leche (150 cc.) y medio vaso del líquido, una vez filtrado y reducido un 20% del generado durante la cocción, 4 huevos enteros, 70 gramos de mantequilla fundida, 40 gramos de maicena.
Una vez bien triturado todo, lo pasé por el fino, 

y distribuí el batido en flaneras individuales previamente caramelizadas, en una de ella como se puede ver puse un gajo de membrillo cocido.

Una vez rellenadas las flaneras, las metí al horno, en una fuente de horno con agua, para cocer los flanes al baño maría, la temperatura del horno 190º C y el tiempo 

el necesario hasta que una aguja de cocina nos salga limpia cuando los pinchamos.
De esta guisa salieron los flanes del horno. 

y así apareció el primero en la mesa de cata, este es el que llevaba el gajo de membrillo en su interior. 
Lo acompañe con una espuma de castañas, que la hice como se puede ver en este enlace, encima de la espuma puse un gajo de membrillo caramelizado, para ello bañe unos gajos en un almíbar caramelizado. El gajo que iba en el interior del flan, que quedo donde el quiso, no le aporta nada especial, solo el encontrarlo en su interior. 

Notas de cata y modificaciones para el futuro:

Sabor muy agradable, aunque sutil, se apreciaba muy bien el sabor a membrillo, siendo este el predominante.

Ligero toque ácido muy agradable.

La textura un poco compacta, aunque no se notaba ningún vestigio del grano del membrillo.

Al corte no muestra el brillo característico del flan de huevo, este es con menos brillo y se nota cierto granillo por el efecto de la coagulación del huevo y las moléculas de membrillo envueltas por el huevo, pero nada que afecte al sabor y si a la textura que como he dicho es un poco compacta, aunque nda desagradable. 

Para la próxima vez a tener en cuenta, suprimir la maicena, creo que con el poder coagulante del huevo y la pectina, será suficiente.

Quizás la cocción del membrillo algo más prolongada, para que la trituración sea más fina, aunque también es verdad que al pasar todo por el fino, la mezcla resultante queda bien.

Recomiendo realizar esta receta, pero vayan a la fuente de la misma en Sabores de Viena.