Pieles de Pescado deshidratadas y fritas

Muchas veces cuando vamos a preparar una pieza de pescado y la forma que lo vamos a oficiar es sin piel, esta la solemos tirar, pero tenemos que procurar no tirar nada en la cocina y este reciclaje de la piel nos servirá de un excelente snack.

Las pieles del pescado, en este caso de bacalao, las cocemos con la sal al gusto, aunque es preferible que el agua esté un puntito alta de sal. Si queremos darles un sabor extra las podemos cocer con especias al gusto.

Una vez cocidas, las secamos con papel absorbente y las extendemos en una placa de horno, mejor ponerlas sobre silpat o papel de horno.

Le ponemos un peso encima, otra fuente de horno va muy bien y las tenemos en el horno, si el horno tiene función "clima seco", seleccionar y ponerlo a unos 70º C.

Mantenerlo así hasta que las pieles estén totalmente deshidratas, se nota cuando al intentar romperlas se cascan como si estuvieran cristalizadas.

Otra piel así mismo deshidratada ya, como ven estas deshidratación las hice el mes pasado y hoy me he acordado que las tenia en un frasco de cristal.

Las tenia guardadas en trozos, ahora no hay que hacer más que freirlas en aceite bien caliente.

 Momento en que echo una pieza de piel, se ve como se empieza a retorcer, 

 y ya casi frita, una vez que empiezan a tomar color damos 

 por terminada la fritura. En caliente se pueden poner derechas, aunque para un snack no me desagradan estos crujientes de piel de pescado retorcidas.

Se puede jugar con los diferentes coloridos de diferentes pescados.
El sabo es delicado a pescado, muy crujientes y de tacto bucal muy agradable.

Nota:

Si se quieren que las pieles queden planas, se puede hacer en caliente, pero hay que hacerlo muy rápido, en cuanto empieza a enfriarse, se rompen si lo intentamos.