Como sabéis el requesón se hace al cocer el suero que se separa de la leche cuajada al hacer el queso.
Este producto es versátil en cocina y se utiliza en varios preparados, tanto dulces como salados. Hoy para salir de los clásicos preparados he oficiado unas empanadillas rellenas de requesón al que había adicionado un poco de miel y mermelada de albaricoque.
Requesón con la mermelada y la miel. Los tres productos bien integrados.
Relleno de una oblea.
Los bordes de la oblea hay que humedecer con un poco de agua y si se quiere un mejor sellado con un poco de huevo batido, luego presionar por todo el borde con las puntas de un tenedor.
El rellenado de las empanadillas hay que hacerlo en el momento de freírlas, el requesón es de por sí muy húmedo y si las rellenamos con antelación la pasta se reblandecerá y se puede romper y crear problemas en la sartén.
Las empanadillas ya fritas y puestas sobre papel absorbente. A todas les ha caído nada más sacarlas de la sartén una lluvia de azúcar glass a la canela.
Emplatadas para sacarlas a la mesa.
Detalle de una empanadilla para ver como queda el relleno. Estas empanadillas hay que comerlas sin muchas esperas para que no se reblandezcan con la humedad interior.
domingo, 4 de marzo de 2007
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