Crema de vainas de guisantes con espárragos

No, no es que sea una preparación de crisis, más bien se puede decir que es una receta de aprovechamiento, pero no por ello deja de ser deliciosa. 

Hace tiempo que me rondaba por la cabeza hacer esta crema, que tal vez muchos ya la conozcan por haberla oficiado alguna vez. La ganas de oficiar estas vainas de guisantes me vino cuando leí que algunos chefs preparaban caldos, de vainas de guisantes, para emplearlos en otros preparados, así que me planteé, lo mismo que hago una crema de alcachofas con sus hojas duras, ¿porqué no hacer lo mismo con la vaina de los guisantes?, por supuesto son guisantes a los que no se aplica ningún tratamiento de abonos químicos y/o insecticidas.

Así que una vez desgranados los guisantes, lavo y cuezo las vainas en un poco de agua, salada al gusto. La cocción 25 minutos, aunque creo que se puede acortar el tiempo algo.

Una vez la cocción de las vainas realizada, las paso por el pasa purés,  

 donde nos quedan las partes coriáceas y la pulpa es recogida en el cazo. 

 Para dejar la crema fina, la paso por el colador

 Aquí tenemos la pulpa recuperada de las vainas de los guisantes. Normalmente, al menos yo lo hago, cuando se desgranan guisantes las vainas se tiran. ¿No les parece que cuanto menos se tire es mejor?
Probé la crema sin más aditamentos y estaba bien, con sabor herbáceo y agradable de textura.
Ingerí una cucharada con unas gotas de AOVE, y el conjunto mejoró.

 Por lo tanto decidí, añadir a la crema un sofrito de ajo, mejorando mucho más las cualidades organolépticas de la crema.
A la mesa salió la crema con los adornos de unos guisantes cocidos y unos espárragos de Navarra, los últimos de la temporada, así mismo cocidos.