Como la salsa de tomate ya la tenia preparada, ver aquí, solo me faltaba especiarla.
Para especiar la salsa he utilizado, chile majado en el mortero con unos granos de sal, pimienta negra recién rallada, jengibre seco también recién rallado, unos granos de orégano y un poco de albahaca seca, (la fresca no la tenía a mano) y parte del jugo que han soltado los mejillones al cocerlos con un par de cucharadas de vino blanco, la cocción tiene que ser solo la suficiente para que se abran.
Una vez la salsa sazonada a mi gusto, añado los mejillones sin sus valvas y cuezo por un minuto todo el conjunto.
Pongo un par de mejillones con un poquito de salsa en cada cuchara y listos para degustarlos durante el aperitivo.






0 comentarios:
Publicar un comentario