Estos dos besugos, no muy grandes, limpios pesaban algo mas del medio kilo cada uno, bien para dos raciones.
La preparación ha sido bien sencilla, al horno, mejor hubiese sido a la brasa, pero son los inconvenientes de vivir en un piso.
Una vez eviscerados y desescamados, los he untado con aceite de oliva virgen extra aromatizado al ajo, los he salado y han pasado al horno a una temperatura de 180º C. por 15 minutos, los he mirado y dado la vuelta y ha horno más fuerte 200º C. han pasado 6 minutos más. Mientras y en una sartén he puesto ha sofreír un ajo bien picado con unos aros de guindilla, cuando el ajo ha tomado color, pero sin que se queme ya que se vuelve amargo, he sacado del fuego he dejado enfriar. Una vez frío he añadido una cucharada de vinagre de Jerez, media cucharada de pimentón, vuelta la sartén al fuego y
una vez el besugo abierto y la espina central removida, lo he rociado con el sofrito anterior. Como en el asador ovalado San Ignacio, no entraba más que un besugo abierto he tenido
que acomodar el otro en una fuente que previamente la había calentado. Así fueron las dos raciones a la mesa.
martes, 29 de abril de 2008
Besugo salvaje al horno
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