El relleno de estos rollitos es diferente al clásico de los rollitos de primavera pero garantizada la finura de los mismos. Hace unos meses publiqué la misma preparación, así que pido disculpas por la reiteración, pero me he dado cuenta de ello cuando estaba actualizando el índice. De todas maneras en esta he omitido el escaldado de los puerros y el resultado final es prácticamente el mismo. Esta reflexión la he añadido después de haber publicado la receta, es decir esto es la 2ª Edición.
Empezamos salteando en aceite de oliva virgen extra unos puerros cortados. Cuando los puerros estén al dente añadimos queso de Filadelfia. En la cocina salada las cantidades no suele ser necesario que sean muy exactas, cosa que si hay que tener en cuenta en las recetas de dulcería. Suelo emplear más o menos 5 puerros medianos para 150 gramos de queso y 200 gramos de gambas.
Una vez el queso está bien integrado, añado las colas de las gambas, las cuales las habremos salteado por unos segundos, tienen que quedar medio crudas, luego se terminaran de hacer. Aquí todavía no había añadido las gambas.
Tendremos dispuestas unas hojas de arroz para rollos de primavera, estas suelen estar duras y quebradizas, para ablandarlas las pondremos entre papel de cocina absorbente los que iremos humedeciendo conforme vayamos poniendo hojas de arroz. Cada hoja separada por un papel. Las hojas se nos volverán transparentes y muy manejables.
Sobre cada hoja pondremos la cantidad de relleno, más o menos, dependiendo del grosor que queramos dar a estos rollos. Para pleglarlos hay varios métodos, a mi me va bien empezando a enrollar, una o dos vueltas, luego los extremos los pliego hacia el centro y termino los rollos.
Los rollos listos para pasar por la sartén. El aceite en donde se frían a de ser abundante ya que tienen que nadar, una vez dorados los rollos, sacarlos sobre papel absorbente.
sábado, 26 de abril de 2008
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