Cochinillo al horno

El cochinillo idóneo para mi es aquel que no llega a los 4 kilos, el que aquí tenéis pesaba limpio 3 kilos 200 gramos. El tamaño podía ser un poco más grande, pero sin sobrepasar mucho los 4 kilos, pero ya con este peso suele ser difícil acomodarlo entero en el horno.
Una vez que se le ha dado una limpieza interior y otra exterior, lo relleno con una manzana cortada en cuartos, media cebolla, unos ajos, lo salpimento y le añado alguna hierba aromática.

Coso la abertura para que no se salga el relleno.

 Acomodo el "bicho" lo mejor posible, cubro las orejas y rabo con papel, para que no se abrasen durante el horneado y le pongo un limón en la boca, para que se refresque. Lo embadurno exteriormente con manteca de cerdo.

 El horno inicialmente lo pongo a 160º C. durante 30 minutos. Pasado este tiempo le vuelvo a dar con la brocha mas manteca de cerdo, subo la temperatura a 170º C por otros 30 minutos.
Se me olvidaba, exteriormente pongo unas patatitas para que se vayan asando.

 Pasada una hora, saco las patatas. Lo vuelvo a untar con la manteca de cerdo y subo la temperatura a 200ª C. Ahora la vigilancia es más estrecha, no es cosa que a última hora se nos queme. Le doy unas pasadas más de manteca y cuando al golpear con los nudillos en el lomo del animal suena como a hueco, es hora de sacarlo y prepararlo para ir a la mesa.

 Sacamos el relleno del interior del cerdo, si fuera necesario exponiendo la parte interna al calor del horno, le damos unos minutos de horno fuerte para que también el interior tome color tostado.
Con la manzana y cebolla y utilizando el liquido que hayamos obtenido del desglasado de la placa del horno haremos una salsa, por el procedimiento de pasar todo por el pasapuré y luego por el chino.
Aspecto de un cuarto trasero emplatado con su patatita y salsa.