En el proceso del Salmón marinado que lo puse en este enlace, y como os decía el jugo que va soltando se lo voy quitando cada día. Tengo que probar que utilidad se le puede dar a este liquido, pero esto será en otra ocasión.
Ya el salmón listo para darle los toques finales y empezar a degustarlo. Empezamos sacándolo de la fuente, lo pongo sobre papel de aluminio y le voy quitando, primero con una brocha de cocina y luego por un leve raspado, la mayor parte de la pimienta y del eneldo.
Aspecto de los lomos una vez limpiados.
Luego los cortos longitudinalmente para quitarle la tira blanquecina que se aprecia en la fotografía, se puede dejarla, pero a mi me gusta quitarla. Otro motivo de quitarla es partir los lomos en porciones más pequeñas, ya que las suelo congelar para su conservación, pensar que es una semi conserva. Las suelo pintar con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Empiezo el corte, siempre lo hago por la cola, creo que se podría empezar por el otro lado. Que empiece por la cola no tiene ninguna explicación de peso por mi parte.
Cuando se sacan las tajadas, siempre cortando en oblicuo para que estas sean más hermosas y lo dejamos para continuar cortando otro día, cubrimos la parte del corte con la piel.
El salmón emplatado para ser servido. Fue acompañado con una salsa de mostaza al eneldo como la describí en la primera parte.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
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