Para preparar este postre lo primero, una vez tenemos todos los ingredientes a mano, empezamos por enharinar una placa de horno. Si no hiciéramos esto la plancha de bizcocho se nos pegaría y seria un desastre al despegarla.
Ponemos cuatro huevos de los de 80 gr. y 125 gramos de azúcar en un bol y batimos con varillas o con un batidor mecánico hasta
que queden bien espumosas y algo blanquecinas. En este momento se le añade 125 gramos de harina tamizada. A esta harina y antes de tamizarla le añadimos una cucharilla de las de café de polvos de hornear. Normalmente, si el batido ha sido bueno no hace falta. Cuando añadimos la harina ya no hay que batir para mezclar con el batido anterior, sino con la espátula, cuchara o elemento similar vamos dando cortes hasta que la harina se mezcle. Otro medo es con la mano, poniendo los dedos separados, cual rastrillo y con suaves movimientos integrar la harina en el batido.
Una vez la harina integrada extendemos la masa sobre la placa y la metemos al horno 180º C por 16/18 minutos.
Aspecto de la plancha cuando sale del horno.
La plancha desmoldada. Como al mejor escribano se le cae un borrón y yo que no soy buen escribano, pues eso que ha caído un borrón. Os explico, a estas planchas de bizcocho genovesa y para que luego durante la manipulación no se rompan hay que enrollarlas en un paño húmedo, digo húmedo es decir sin excesos de agua, yo lo humedezco con una lluvia escasa de agua, lo enrollo y lo mantengo así por 15 minutos, al extenderlo el agua se ha distribuido bien por el paño. Para enrollarlo debía de haber estado el bizcocho asentado en el paño por la cara que se ve. (Este ha sido el borrón).
Se enrolla y se deja enfriar.
Se desenrolla una vez frío y se le da una capa de mermelada de albaricoque y otra de nata batida.
Volvemos a enrollar el bizcocho. Si el primer enrollado hubiese sido por la otra cara, ahora tendríamos una superficie del bizcocho tostada y uniforme y como podéis ver se ve en esta cara el bizcocho con poca vistosidad. Una vez enrollado se le pone azúcar en la superficie y se quema con el soplete. Si no se tiene soplete se puede quemar con plancha de cocina, como las empleadas para quemar crema catalana o arroz con leche.
Vista transversal de rollo.
martes, 11 de diciembre de 2007
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