Esta manera de hacer una compota es muy clásica y ya desde la niñez la he comido en los días finales de cada año, así que se hace la cantidad suficiente para comenzando el día 24 me dure hasta el día uno de enero, solo la como yo, al resto de la familia no le va, bueno la ha probado mi yerno y le gustó, no le gustan las cosas muy dulces y mi compota no lo es.
Los ingredientes a utilizar, orejones de melocotón, los de antaño eran más secos, con ello no quiero decir fueran mejores o peores, ciruelas pasas, pasas de Corinto, higos secos de saco, manzana reineta, pera de invierno, canela, corteza de limón, vino y azúcar.
Ponemos todo a cocer sin la manzana y la pera, que serán añadidas al final de la cocción, para que no se desbaraten. El liquido de la cocción, vino tinto y agua en la misma proporción. Se va reponiendo el liquido según se vaya consumiendo, si se quiere alargar este preparado se pone más líquido, a mi me gusta que quede contundente.
Cuando los ingredientes iniciales están cocidos, se añade la manzana y la pera en trozos y 4 cucharadas de azúcar. Una vez cocida la pera se saca del fuego.
Aspecto una vez terminada la cocción
Una dosis diaria lista para el consumo. Hay quien la compota la toma caliente a mi me gusta fresquita.
Es costumbre por estos lares que los bares obsequien a sus clientes el día 24 y el 31 con un vasito del líquido de la compota, lo denominan vino caliente.
sábado, 29 de diciembre de 2007
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