Tal vez en esta preparación me separo un poco de los cánones estrictos en la preparación de unas almejas en salsa verde. Creo que esta desviación viene del uso del pan rallado, muy pocos autores y entre ellos los grandes maestros utilizan harina como espesante y también al usar ningún liquido para su cocción, con el que sueltan las almejas para mi es más que suficiente.
Vayamos al principio, en una cazuela pongo cebolla bien picada junto a 3 dientes de ajo así mismo picados finamente, pongo todo a pochar y antes de que tome color añado las almejas una vez han sido lavadas y escurridas. Tapo la cazuela y estoy atento, conforme se van abriendo las saco de la cazuela, una cocción en exceso de estos bivalvos los vuelve gomosos, elásticos y pierden jugosidad y terneza.
En esta ocasión hubo suerte y abrieron todas al unisono, las aparto del fuego
y añado un poco de pan rallado, no mas de una cucharada rasa, no trato de hacer una salsa espesa, solamente de darle al caldo de las almejas cierta melosidad
añado así mismo el perejil, unas tres cucharadas, bien picado, vuelta al fuego unas vueltas y listas para servir.
Como es un plato que me gusta comerlo del fuego a la mesa, ya que la almeja cuando se emplata, tiene mucha superficie de radiación y su enfriamiento es rápido y la verdad que las almejas me gustan calentitas. A que viene esto que digo respecto a la fotografía final, la cámara la tenia en la cocina y no la llevé al comedor por lo que no saqué la foto final de las almejas emplatadas.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
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