Hoy un plato sencillo y con pocas fotografías, ya que con el portátil, que es de hace unos años, trabajar con fotografías es muy lento.
Hay a muchos que no gustan de tomar hígado en general y de ternera en particular, pero ellos se lo pierden, ya que el hígado es sabroso y nutritivo.
Comenzamos pochando cebolla con una cucharada de aceite de oliva virgen extra, a fuego muy suave. Salpimentamos al gusto.
Una vez la cebolla se ha pochado bien,
la pasamos a una sartén y cuando esté bien caliente, pero sin que se queme la cebolla, añadimos el hígado cortado en tiras. Lo vamos revolviendo y
cuando el hígado ha cambiado de color, damos por concluida la preparación, emplatamos y servimos caliente.
El hígado hay que hacerlo poco, lo justo para que cambie de color y desaparezcan los vestigios de sangre. El hígado si lo hacemos mucho, queda con una textura acorchada y la verdad a mi me resulta desagradable, en su punto es muy jugoso y agradable en boca.
5 comentarios:
Me encanta cualquier tipo de higado, tendré en cuenta tu receta, ahora, a mi me gusta mas pasadito, a punto de acorchar como tu dices.
Besos
Me gusta como lo has preparado. Mi madre lo hacía también así, o con ajo y perejil picado. Como bien dices,sencillo y muy nutritivo.
yo soy una de las que se lo pierden y eso que como casi todo lo que menos me gusta es el higado y los riñones, sin embargo los sesos me pirran, rarita que es una ja,ja..... aunque no me guste la receta tiene buena pinta
¡¡besos¡¡
Le estamos echando de menos Apicius, acostumbrados a tenerle a diario. A ver si se resuelve lo de su ordenador.
Esta receta es fácil y tradicional, creo que todos hemos comido de pequeños hígado. Antes parece que tenía mejor recomendación que ahora y nuestras madres nos lo preparaban.
Un abrazo.
Gracias a todos por visitar mi cocina y dejar un comentario.
Saludos
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