domingo, 4 de septiembre de 2011

Bonito en salsa de tomate

Comienzo esta preparación sofriendo un poco de cebolla en aceite de oliva virgen extra.

Cuando empieza la cebolla a tomar color, 
pongo una rodaja de bonito y la paso por ambas caras un par de minutos como máximo a fuego fuerte.
Una vez bien marcada por ambas caras,
le quito la piel y la espina central, los jugos que suelta al hacer esta operación, se añade a los que han quedado en la cazuela con su correspondiente cebolla.
A la cazuela le añadimos la salsa de tomate, de la que casi todos tenemos en la nevera.
Pongo al fuego el tomate y cuando está hirviendo, añado el bonito, lo tapo y apago el fuego. Una vez atemperado se sirve.  
Nota:
La mayoría de los túnidos guisados que se notan secos, la única razón es que están pasados de cocción, más vale quedarse algo corto que pasarse. Ya se que muchos pensareis en el anisakis, para los más aprensivos, congelar el bonito en casa 48º horas y ya lo podéis ingerir sin peligro a este animalillo (Al menos es lo que dicen). 
Yo siempre me pregunto, el anisakis ha existido siempre y que sería de los que ya cargamos con una pila de años a la espalda, que tomábamos, cuando había, pescados sin muchas precauciones. Claro es que también la gente moría más joven, ¿ Selección natural? y solo quedamos los duros de roer. 

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