Unas habas de huerta me regalaron y
después de desgranadas y desprovistas de su piel, las salteé en un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y añadí media morcilla desconstruida.
Con bastante antelación corté unos aros de cebolla y los puse a confitar, estuvieron tres horas a fuego suave. Una vez graduado el fuego no hace falta tener mucho cuidado sobre esta preparación. La cazuela tiene que estar tapada durante el confitado.
Este es el aspecto final que tenía la cebolla confitada, lista para ser utilizada.
El hojaldre crudo lo compro en la Tahona Artepán y al ser artesanal la encuentro de mejor calidad que las industriales. De una plancha de hojaldre corto unos rectángulos y los horneo a 200º por 18 minutos. Cuidado con el horno, esto son los controles de mi horno, que en el vuestro pueden ser algo distintos.
Una vez horneados los hojaldres salieron con este color de haber estado en Torremolinos.
Aplasto un poco el centro de la galleta y la relleno con cebolla confitada.
Al salteado de habitas y morcilla, añado un par de huevos batidos
y lo semi cuajo para que de cremosidad al salteado, por lo tanto no tiene que secar mucho y si quedar algo baboso, por supuesto siempre al gusto del oficiante.
Recubro las galletas de hojaldre y a la mesa a pasar un buen rato con su ingesta.
miércoles, 15 de junio de 2011
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5 comentarios:
Esto tiene muy buena pinta y es muy sencillo de hacer. Me gusta muchísimo.
Saludos
Apicius esto tiene una pinta que no veas...Una buena tapa que apunto sin dudar...
Besos
Me ha gustado lo del colorcito del hojaldre, como si hubiera estado en Torremolinos, jejeje.
El hojaldre es un buen invento y con este salteado lo veo muy delicioso.
Saludos.
riquisimo, habra que esperar hasta la temporada de habas
¡¡besos¡¡
Hola a tod@s por visitar mi cocina y dejar un comentario.
Saludos
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