Salsa semi vizcaína con bacalao y langostinos

Esta preparación, con nombres parecidos, ya la he editado varias veces, por lo menos una vez al año, así que es bastante recurrente en mi cocina y en mi blog.

La preparación es bastante sencilla, claro es, porqué no utilizo una verdadera salsa vizcaína y sí una semi vizcaína o un mal remedo de la auténtica salsa vizcaína.

Vamos a necesitar para esta salsa seudo vizcaína, unos pimientos choriceros, cebolla y salsa de tomate, y para finalizar la preparación: bacalao y colas de langostino peladas, sal y pimienta negra al gusto.

Después de bien hidratados los pimientos choriceros, raspamos la pulpa con el mango de una cuchara de madera y añadimos

a la cebolla que la tendremos pochando con anterioridad con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Revolvemos bien todo y dejamos cociendo suavemente. Cuando la pulpa de los choriceros se haya integrado bien a la cebolla pochada

añadimos unas cucharadas de salsa de tomate. Seguimos con la cocción suave y cuando la cebolla este bien blanda

pasamos todo por el pasapurés. Se puede triturar con un triturador eléctrico, pero corremos el riesgo que la salsa tome un color blanquecino y la tendríamos que hervir para que expulse el aire que se ha introducido durante la trituración mecánica.
Probamos de sal y pimienta. Dependiendo de como tengamos desalado el bacalao, será necesario que esta salsa esté sosa o en su punto de sazón.

Añadimos el bacalao. Lo tendremos atemperado y no frío como suele estar recién sacado de la nevera.
A fuego suave levantamos el hervor y cuando arranque este

añadimos las colas de langostino. Un minuto de cocción con tapa y tendremos

la preparación lista para sacarla a la mesa.
Una vez que hemos integrado el bacalao, no se revuelve, simplemente se integran los ingredientes con suaves movimientos de la cazuela.