Para esta pastas que resultan muy agradables necesitaremos: 350 gramos de harina,
200 gramos de azúcar,
otros 200 gramos de mantequilla.
2 huevos enteros bien batidos.
Ponemos la mantequilla en una cazuela para tostarla sobre una fuente calorífica.
Al principio la mantequilla se funde y empieza a hervir, generando bastante espuma.
Cuando en la mantequilla empiezan a aparecer unos puntos negros, ya la mantequilla esta tostada y la sacamos del fuego, añadimos el azúcar y revolvemos bien .
Aquí y debido al tiempo que perdí haciendo las fotografías, se me endureció demasiado el azúcar y para integrarla bien la tuve que pasar un poco por el mortero. Esto no suele ser necesario si se hace seguido y cuando ha perdido un poco de temperatura (la mantequilla y el azúcar), se añade a los huevos batidos, poco a poco y batiendo constantemente.
Los huevos con el azúcar y mantequilla después de bien amalgamado todo.
Añadimos la harina y con el batidor mezclamos bien, hasta obtener
una masa que tenga este aspecto, no suele quedar muy compacta más o menos como una bechamel para croquetas.
Metemos la masa dentro de una manga pastelera de usar y tirar.
A la hora de ir marcando las pastas en la bandeja del horno, cortamos la punta de la manga y apretando ligeramente sobre esta formamos las pastas. La mejor forma es la manga vertical sobre la bandeja y cuando hemos puesto un montoncillo, como una cucharada, dejar de apretar, subir la manga verticalmente y marcar la siguiente. Encima de cada pasta poner una almendra y hornearlas por 12 minutos a 180º C. Si gustan más tostadas con un par de minutos más será suficiente.
Las pastas recién salidas del horno. Para enfriarlas se sacan sobre una rejilla. Recién sacadas del horno están como reblandecidas, cuando se enfrían se endurecen y toman una textura agradable.
miércoles, 11 de junio de 2008
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