Estos San Jacobos, por su pequeño tamaño, mejor los denominaría San Jacobines y pensar que todavía no he podido, a pesar de diferentes intentos, determinar cuando se empezó a utilizar el nombre de San Jacobo para este preparado. Aquí tenéis un refrito sobre este asunto, tal vez alguien pueda darme algo de luz en este asunto.
Para estos San Jacobines comienzo fileteando un solomillo de cerdo. El fileteado lo hago de la siguiente forma, en el primer corte no llego a cortar del todo y en el segundo sí,, de esta manera puedo aumentar el tamaño del filete una vez abierto el "libro" y aplastado ligeramente.
Los filetes de solomillo de cerdo, ya cortados y dispuestos para recibir su relleno.
Una vez emparejados los filetes por su tamaño, pongo en cada pareja un poco de jamón serrano, cuánto mejor sea este mejor será el resultado final.
Sobre el jamón un trozo de queso, en este caso del que venden cortado en lonchas.
Cubro todo el conjunto con la pareja de filete.
Paso el San Jacobo por Harina, huevo y pan rallado y los zambullo en un aceite de oliva virgen extra lo suficientemente caliente para freír las piezas.
Una vez las piezas fritas, las pongo sobre papel absorbente para quitar excesos de aceite en la fritura.
El acompañamiento fueron unos champiñones y un par de pimientos verdes fritos.
sábado, 17 de mayo de 2008
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