Ya se que acorde con el enunciado no son unas ortodoxas patatas a la importancia, pero mi mujer les llama de esté modo y ya sabéis donde hay patrón no manda marinero.
Empezamos cortando las patatas en discos de unos 3 milímetros de espesor.
En una sartén y con un buen aceite de oliva extra virgen, las ponemos a freír hasta que estén doradas.
Las sacamos, salamos y reservamos.
Tomamos unas lonchas de jamón y un trozo de chorizo, picamos todo y los sofreímos. Una vez sofritos ponemos este picado en un pasador para quitarle la grasa.
Hacemos una bechamel, no muy espesa. La podemos aromatizar con nuez moscada.
El plato lo montaremos de la siguiente manera:
Ponemos una capa de patatas. Encima ponemos un poco del picado, tapamos todo con bechamel.
Ponemos queso rallado encima, una avellana de mantequilla y gratinamos.
Aspecto final del plato.
2 comentarios:
Soy de Salamanca, y esas patatas a la importancia no tienen nada que ver con las que se hacen por allí, pero tienen una pinta increíble.
Habrá que cambiar y probar así. Gracias
Hola Anónimo comunicante:
En la cocina salada es lo que suele suceder, que las recetas bases varian de un lugar a otro.
Saludos
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