Después de bien limpia y seca la lubina, le doy unos cortes en forma de rombos, por las dos partes, de esta forma el calor llegará antes al interior de todo el pescado y salpimento al gusto.
En esta fuente ovalada, de San Ignacio, que entra perfectamente la lubina, pongo abundante aceite y cuando esté bien caliente pongo la lubina que la he pasado ligeramente por harina,



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