Ahora que estamos en esta mini costera de anchoas del
Cantábrico hay que aprovechar y cantarlas en distintas preparaciones y una de
ellas es tomarlas en tortilla.
Después de limpias las anchoas, sin espinas y secas, las ponemos, debidamente sazonadas, en una sartén con aceite de oliva virgen extra, este no tiene que estar muy caliente, ya que lo que tenemos que hacer es cocer las anchoas, no freírlas. En muy poco tiempo estarán en su punto, justo tienen que estar hechas, es más no importa que estén un puntito crudas, ya se terminaran de ponerse en su punto cuando hagamos la tortilla.
Después de limpias las anchoas, sin espinas y secas, las ponemos, debidamente sazonadas, en una sartén con aceite de oliva virgen extra, este no tiene que estar muy caliente, ya que lo que tenemos que hacer es cocer las anchoas, no freírlas. En muy poco tiempo estarán en su punto, justo tienen que estar hechas, es más no importa que estén un puntito crudas, ya se terminaran de ponerse en su punto cuando hagamos la tortilla.
Una vez las anchoas "cocidas", las sacamos del aceite y las escurrimos en un colador para quitar aceite, las zambullimos en el huevo batido. Las dejamos un minuto para que embeban huevo y
a la sartén que justo estará pintada con aceite de oliva virgen extra. Dejamos que se haga por una cara,
le damos la vuelta y la terminamos de hacer por la otra cara.
Aspecto final de la tortilla de anchoas del Cantábrico.
Hay quien gusta de poner un ajito bien picado en el proceso inicial, a mi particularmente no me gusta, prefiero comer las anchoas con su pleno sabor que es tan redondo que no quiero que otros lo difuminen.
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