Mejillones al estilo del Mediterraneo oriental

¿Pensaban ustedes que no iba haber más mejillones?, pues si hay y hoy les voy a presentar unos mejillones al estilo del Mediterráneo Oriental, cuando Líbano era Líbano y Beirut era la puerta de entrada de todos los negocios al lejano oriente, pero todo cambió, debido a los conflictos de la zona. Los negocios emigraron a Dubai, y ahora no tengo, con esto de la globalización, ni pajolera idea.

Los mejillones una vez bien limpios, 

los ponemos a cocer con unas aromáticas, son los cubitos de hielo, un poco de hinojo  y una hoja de laurel  Para la cocción pondremos como medio vasito de vino blanco y el zumo de un limón.

Nota.- Una manera de mantener las aromáticas frescas, es picarlas y meterlas en los contenedores de plástico o acero inoxidable para hacer cubitos, bien apretaditas y poniendo un poco de agua. Los cubitos son los que ven en la fotografía y duran muy bien de un año para otro.

Mientras los mejillones se van abriendo, preparamos los ingredientes que necesitaremos para complementar o rematar el plato. Pasas, las receta original tiene dátiles, pero no tenía y mi secretaría no tenía ganas de salir, piñones, puerro, arroz cocido, cebolla y ajo.

Sofreímos la cebolla, puerro y ajo, hasta que la cebolla empiece a ponerse transparente.

Los mejillones ya los tendremos abiertos y separaremos los cuerpos de sus valva, pero estas las reservaremos.

El arroz blanco, que suelo tener en la nevera con 12 minutos de cocción, para luego utilizarlo y rematar diferentes platos rápidamente, lo pongo a cocer con líquido de la cocción que han soltado los mejillones,      

añadimos al arroz los piñones y las pasas (dátil hubiese sido mejor)

Cuando el líquido se ha reducido y el arroz tiene una textura pastosa, añadimos unos cuantos cuerpos de mejillón bien picados.

La cebolla que ya la tendremos pochada, 

la unimos al arroz y 

también añadimos queso de cocina, que en esta ocasión ha sido un semi curado. Cocinamos por un par de minutos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.

Ahora vienen los diferentes montajes de este plato. El Original es meter el arroz, junto con un cuerpo dentro de las valvas, cerrar estas y a la hora de servir pasar por el horno para tostar ligeramente el arroz dentro de las valvas. Aunque hice una presentación con valvas, estas se me desparejaron, bueno me las separaron (ya veis que en la fotografía las valvas no las he separado totalmente), pero no hay que echar la culpa a nadie, cuando algo sale mal el "Jefe" tiene la culpa, ya que no ha sido diligente y no ha controlado la operación debidamente

Con las valvas desparejadas hice otros montajes.

Como veis parte del arroz lo puse en esta tartera y como adorno unos mejillones enteros en su superficie, antes de servir pasó por el horno.

Otros los puse una de las valvas, para ajustarse a la presentación original, debían estar tapados con otra valva.

Otros los puse en estas cucharas de aperitivo.

Aspecto de la cazuela después de su pase por el horno y 

lo mismo se puede ver en estas cucharas después de hornearlas.

Esta preparación es muy agradable. Los piñones y el dátil, en este caso pasos dan un toque muy especial, que si lo oficiamos con queso libanés chenkich (tal vez demasiado picante) o un feta, menos agresivo, les quedará un plato redondo. El queso semicurado de estos pagos no le va nada mal.