Esta preparación la suelo hacer de cuando en cuando, ya que no son muy trabajosas de oficiar y los resultados son muy buenos.
Para esta preparación necesitamos unas cebollas pequeñas, de bocado.
Las pelamos y
las ponemos en una cazuela con un par de cucharadas de AOVE.
Al principio las tendremos a fuego moderado/fuerte para marcarlas, luego ajustaremos el fuego hasta dejarlo para que las cebollas se vayan haciendo suavemente, si se ajusta bien el fuego, no necesitan atención y en un par de horas las tendremos totalmente confitadas. Las sazonamos al gusto.
Si tenemos el fuego más fuerte de lo debido, tal vez necesitemos añadir algunas cucharadas de agua durante el proceso.
Preparamos el relleno que consiste en una mezcla de huevo cocido, pate de foie, chorizo y mahonesa como aglutinante de lo anterior.
Una vez bien mezclado todo,
Con la ayuda de una cucharita pequeña, vamos vaciando el corazón de la cebolla y el hueco lo rellenamos con la mezcla anterior.
Antes de servir se napan con los jugos que hemos obtenido en la cazuela donde las hemos confitado, ese líquido lo tengo en el contenedor de tapa azul.
0 comentarios:
Publicar un comentario