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Por unos días la pagina no contará con nuevas entradas, espero estar en condiciones de continuar hacia el 12 de Mayo.
Partiendo de unos mejillones cocidos en su jugo y sin su cascara. Bueno en honor de la verdad estos mejillones se oficiaban cociéndolos en la salsa que ya se tenia preparada, pero me estoy volviendo a mi edad algo "finolis".
Como la salsa de tomate ya la tenia preparada, ver aquí, solo me faltaba especiarla.
Para especiar la salsa he utilizado, chile majado en el mortero con unos granos de sal, pimienta negra recién rallada, jengibre seco también recién rallado, unos granos de orégano y un poco de albahaca seca, (la fresca no la tenía a mano) y parte del jugo que han soltado los mejillones al cocerlos con un par de cucharadas de vino blanco, la cocción tiene que ser solo la suficiente para que se abran.
Una vez la salsa sazonada a mi gusto, añado los mejillones sin sus valvas y cuezo por un minuto todo el conjunto.
Pongo un par de mejillones con un poquito de salsa en cada cuchara y listos para degustarlos durante el aperitivo.
Estos dos besugos, no muy grandes, limpios pesaban algo mas del medio kilo cada uno, bien para dos raciones.
La preparación ha sido bien sencilla, al horno, mejor hubiese sido a la brasa, pero son los inconvenientes de vivir en un piso.
Una vez eviscerados y desescamados, los he untado con aceite de oliva virgen extra aromatizado al ajo, los he salado y han pasado al horno a una temperatura de 180º C. por 15 minutos, los he mirado y dado la vuelta y ha horno más fuerte 200º C. han pasado 6 minutos más. Mientras y en una sartén he puesto ha sofreír un ajo bien picado con unos aros de guindilla, cuando el ajo ha tomado color, pero sin que se queme ya que se vuelve amargo, he sacado del fuego he dejado enfriar. Una vez frío he añadido una cucharada de vinagre de Jerez, media cucharada de pimentón, vuelta la sartén al fuego y
una vez el besugo abierto y la espina central removida, lo he rociado con el sofrito anterior. Como en el asador ovalado San Ignacio, no entraba más que un besugo abierto he tenido
que acomodar el otro en una fuente que previamente la había calentado. Así fueron las dos raciones a la mesa.
En la Guardería que va mi nieta Irune hicieron el otro día unas rosquillas para los pequeños, las probé y francamente estaban muy buenas, por lo tanto pedí la receta y aquí la tenéis para él que quiera hacerlas.
El nombre que les he dado, ha sido el de la Guardería Tximeleta que quiere decir Mariposa.
Las cantidades a emplear son: 8 cucharadas soperas de azúcar colmadas, 3 huevos de 63/73 gramos, 150 gramos de mantequilla, 1 sobre de levadura Royal y 1/2 kilo de harina, la corriente que venden en los supermercados.
Comenzamos batiendo los huevos hasta que estén ligeramente espumosos.
La mantequilla una vez deshecha, yo la ablandé hasta que estaba medio fundida, se añade a los huevos batidos junto con el azúcar y se sigue batiendo.
Vamos incorporando la harina, a la que hemos añadido la levadura química (Royal) y removiéndola, al principio lo hice con el batidor de alambres
y cuando ya estaba integrada toda la harina lo amasé con la espátula.
La masa queda muy húmeda, manejable, pero no se pega. Voy formando las rosquillas tomando pequeñas porciones y haciendo entre las manos unos churros y luego uniendo las puntas presionando. Una buena tarea para que la hagan los niños.
Para freír he utilizado este cazo, no es de mucho diámetro pero si es alto, por lo que no tengo que poner mucho aceite para que las rosquillas puedan flotar. Las voy friendo a 170º C (controlo la temperatura con termómetro), de cinco en cinco.
Una vez fritas las saco sobre papel absorbente y les cae una ducha de azúcar glass.
Como todos los años el día 28 de Abril, San Prudencio, en la mayoría de los hogares alaveses, sociedades gastronómicas, restaurantes etc. los caracoles son de obligada presencia en nuestras mesas.
Hasta este año he utilizado caracoles vivos, los he purgado, asustado y cocido, pero este año y después de haber visitado una granja de caracoles, report aquí, he decidido que no merece la pena hacer el trabajo antes reseñado. La calidad de los caracoles que comercializa la Granja de Caracoles de Londoño (Vizcaya) son de excelente calidad, vienen cocidos al natural, el caracol que envasan es de cascara dura y de buen tamaño. Vienen con la denominación Barrakilo Naturala/Caracol Natural. En la frasca que veis es donde vienen un kilo de caracoles, peso escurrido.
La primera operación es pasar los caracoles por una rociada de agua fresca, tal vez no hiciera falta, pero tampoco desmerecen por un lavado rápido.
Los ingredientes a utilizar, por supuesto los caracoles mostrados anteriormente, salsa de tomate, (ver aquí), que ya tenía preparada, tacos de jamón, un puñado de perretxikos, 3 pimientos choriceros, una guindilla. También se empleó y no esta en la fotografía un poco de chorizo picado, un par de cebolletas picadas, pimienta blanca y medio vasito de vino blanco.
Comenzamos sofriendo la cebolleta en 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Una vez la cebolla en su punto, para mi, cuando empieza a ponerse transparente, añado el jamón y chorizo picado. Salteo todo el conjunto. Cuando la fragancia del jamón/chorizo llega a mi pituitaria.
añado los perretxikos. Para esta preparación van muy bien unos pequeños que se ponen enteros. Los que tenia eran un poco más grandes y los he troceado. Cuando los perretxikos están blandos
Añado el tomate, pulpa de los choriceros, guindilla, vino blanco y pimiento. Cuezo todo. Pruebo el grado de sal, todavía no le he añadido nada ya que el jamón aporta salinidad. Rectifico de sal si es necesario. Cuezo todo el conjunto hasta que la salsa engorde un poquito.
Por último añado los caracoles y tengo tod0o el conjunto a fuego suave para que todos los ingredientes se armonicen y el sabor sea uniforme.
Caracoles listos para ser servidos, pero oficiados el día anterior, el caracol mejora de un día para otro o con unas horas de reposo. Estos fueron oficiados ayer día 27, los voy a colgar ahora, para los que no tengan una receta a mano puedan tomar algún detalle de esta.
Nota:
Hay quien se toma la molestia de introducir en cada caracol un diminuto perretxiko.
Esta salsa de tomate, es totalmente neutra, con esto quiero decir que no tiene ninguna especia, ni siquiera la suelo sazonar con sal, el motivo es poder utilizarla con cualquier preparado y en el momento de utilizarla la sazonaré como la preparación lo requiera.
Empiezo poniendo cebolla a pochar en un cazo, también añado un diente de ajo.
Tomates rama troceados para ponerlos en el cazo una vez la cebolla empiece a ponerse transparente,
Añadimos el tomate y dejamos cociendo a fuego moderado.Una vez el tomate bien blando, lo pasamos por el pasa purés, se puede triturar pero luego la salsa queda más blanquecina, aunque vuelve a su color natural si la cocemos.
Después de pasar el tomate por el pasa purés un pequeño hervor y reservar para su posterior utilización.
Nota:
Se puede hacer en cantidad cuando el tomate esté barato, envasarlos en tarros de cristal, esterilizarlos y tendremos salsa de tomate de calidad en nuestra despensa.
Si queremos que la salsa salga ´fina, después de triturarla pasar por un colador fino.
También si queremos que la salsa sea más o menos espesa, se reduce a base de ir cociéndola hasta conseguir el grado deseado.